Nos vamos de vacaciones a Punta Cana y María se encapricha de un camarero dominicano.
Como es mi mujer, es que ni estando de vacaciones pierde las ganas de hacerme un cornudo. Durante esta Semana Santa estuvimos en la República Dominicana, excelentes playas, buen sol y sobre todo UNOS NEGROS DE POLLAS GRANDES que a María la volvían loca. Como el camarero del hotel, un chulazo dominicano que mojaba las bragas a María cuando la atendía en el restaurante: por supuesto no se privó de follárselo... y vaya polvazo echaron. Y es que a mi mujer cuando la pones un buen rabazo negro entrel las piernas pierde los papeles. El chico quedó encantado y es que dudamos que en todo el año le dejaran mejor propina. Esperemos que os guste, besos calientes...