Nuestros pornodolares también convencieron a la camarera del bar donde la tomábamos
¿Hemos comentado ya lo fácil que es poner un fajo de billetes encima de la mesa y follarnos a la tía que queremos en Colombia?. Violeta, 21 añitos, atendia en el bar donde íbamos a tomarla durante nuestra estancia en Colombia, realmente parecía una chica modosita, de las chicas buenas que nunca han roto un plato y que trabajaban para ayudar a la familia: un buen puñado de nuestros pornodólares hizo que esta chavala con aparatito en los dientes FUERA DE LO MÁS GOLFA QUE NOS TRAJIMOS DE COLOMBIA. Y es que sólo tienes que ver cómo la dejamos el culo (literalmente roto) y la sonrisa con la que acabó la zagala después de 52 MINUTOS DE FOLLETEO EXTREMO. No me canso de decirlo: adoro este país.