Abrochaos el cinturón y agarraos a donde podais. Si lo vuestro son las mujeres autopista más vale que os hayais tomado la pastillita contra el mareo porque la sucesión de curvas que se nos viene encima aseguran excitantes sensaciones acompañadas de una elevación de la temperatura corporal. A nosotros, que nos encantan las dificultades montañosas y los puertos con mucha pendiente, no nos hace falta, tenemos la diversión asegurada.