En verano las sabanas se pegan al cuerpo y ni en ropa interior se aguanta sobre la cama. ¿Es el calor o es el fuego interior lo que nos impulsa a visitar la ducha o la piscina?. A nuestra vecina se le ha juntado todo, tiene la líbido descontrolada y busca un baño relajante o alguien que le sofoque la calentura. Nos pilla entrando por la puerta y ni corta ni perezosa nos ciñe la correa para que seamos su perrito cachondo y aplaquemos su celo.