Con semejante ejemplar no me extraña que en Argentina presuman de tener una de las mejores carnes del planeta. La primita morocha de nuestro amigo del gimnasio está de toma pan y moja. Acento excitante, piel canela, culazo de campeonato y unas lolas de escándalo. Ahora vamos a demostrarle que en cuestión de carne España no tiene nada que envidiar a la Argentina.