Subiendo las escaleras hacia la iglesia de Sitges hemos tenido una visión. Una nueva santa se nos ha aparecido milagrosamente ante nuestros ojos. Una visión divina de piel morena y pelo negro que nos tiene postrados a sus pies para el resto de nuestros días. Somos los primeros y afortunados fieles de Santa Yoha y su iglesia del sudoroso placer carnal. Sacrificamos nuestros cuerpos para su gozo como ofrenda de nuestro ritual de iniciación. Amén!