Treinta segundos pueden no ser mucho tiempo pero si padeces claustrofobia y te ves encerrada en el antihigiénico y reducido espacio que es un baño publico te pueden parecer una eternidad. La desesperación se vuelve alivio cuando el heroe libera a la chica de su encierro. Y la desesperación agradecimiento al aceptar la invitación de su salvador para que se relaje y desestrese en su casa.